Escuela de familias

 




Las dificultades diarias con nuestros hijos nos ponen a prueba continuamente, nos generan dudas, a veces nos llevan al límite. Nuestra propuesta tiene como objetivo que tomemos conciencia real de la importancia que tiene nuestra actitud para su desarrollo y aprendizaje, y desde ahí, vayamos ganando confianza y adquiriendo herramientas que nos ayuden a hacer de los retos diarios, oportunidades de crecimiento para ambos. Nuestra espiritualidad ignaciana, además, nos ofrece ciertas líneas, matices, herramientas que podemos aprovechar para mejorar nuestra relación familiar.

 

Las bases en las que nos fundamentamos principalmente son:

 

-       Los avances en neurociencia, que nos proporcionan una base importante para entender cómo funciona el cerebro del niño, de las necesidades reales de los niños y de cómo podemos acompañarles en su proceso de desarrollo.

-       la Disciplina Positiva, que nos otorga una nueva visión de disciplina, basada en el respeto mutuo, y que pone el foco en la actitud de los padres.

-       La espiritualidad ignaciana que nos abre a trasladar elementos de nuestra relación con Dios a nuestra vida familiar.

 


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